Tengo un pájaro escondido
entre la séptima
y la undécima costilla.
Está haciendo un agujero
por el que asoma el pico:
una herida que no duele
ya
ni sangra.
Quiero que salga.
Que no me acabe clavando los dedos.
Que consiga hacer ese agujero
aunque se me quede para siempre el hueco:
esa herida que no sangra ya,
ni duele,
pero que asusta.
Eso sí.
el hueco, el vacío...siempre asusta.
ResponderEliminarmuá
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs una dicha tener pájaros ~
ResponderEliminarUn beso o 2 #
¿No hay ninguno alegre?
ResponderEliminarQue se vaya ya, que ya no es su sitio. Mejor quedarse con la herida abierta pero fría que con el pájaro dentro molestando. Ya llegarán otros pájaros, eso seguro: al final de la vida nuestro cuerpo se queda ametrallado. Supongo que eso significa que hemos amado. Y por lo tanto, sufrido.
ResponderEliminaraves en los pulmones
ResponderEliminar***
Me ha hecho pensar ene estas fotos...
ResponderEliminarhttp://cargocollective.com/darascully#2264670/bluebird-s-heart
besos.
Me gusta mucho este poema, tiene mucha fuerza expresiva, va directo.
ResponderEliminar