sábado, 31 de diciembre de 2011

El fin del 2011

Me desnudo.
Delante del espejo,
como un ritual.
Despacio. 

Sólo veo mi cuerpo 
desde la cintura hasta la boca.
No hay rostro. 
Pero me reconozco: esa
soy yo.
La que duerme en mi cama cada noche
la que pasea a mi perro cada día
la que come en mi mesa
la que toca mi cuerpo.


Soy yo. 
              Sé 
que soy yo.




Esta noche
sólo celebro mi regreso. 
Ninguna despedida. 

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Anatomía

Tengo un pájaro escondido 
entre la séptima 
y la undécima costilla.
Está haciendo un agujero
por el que asoma el pico:
una herida que no duele
ya
ni sangra.


Quiero que salga.
Que no me acabe clavando los dedos.
Que consiga hacer ese agujero
aunque se me quede para siempre el hueco:
esa herida que no sangra ya,
ni duele,
pero que asusta.
Eso sí. 

sábado, 24 de diciembre de 2011

Así en general

Cansancio de vida.
De ornitorrincos que no son azules.
De agua de lluvia
que es agua que no seca.
De hormigas vencidas,
viejas, rendidas.
Cansancio de renuncias.
A malas elecciones.
Y quedarme sola.
Para no perder.
Cansada de renuncias.
Cansancio de mí. 
Cansada 
de mí. 
sin ti. 




sábado, 17 de diciembre de 2011

Poesías y grabados I

La artista


                          Sandra Carvalho



Los poetas


                        Beatriz Boca, Antonio Melo, Felipe Ortega Regalado, 

                                  Paola Zurbarán y yo. 








detalles

domingo, 11 de diciembre de 2011

No se las debo a nadie

Las estrías no son los restos que me quedan
de una relación-fracaso,
de una relación-adiestramiento.
Las estrías no son los restos que me quedan
de los cables de teléfonos de madrugada
ni de botellas de madrugada
ni de oscuridad de madrugada.
Las estrías no son los restos de sal
de los baños que no me di en el mar.
Las estrías no son los restos de los puñetazos
que mi padre se llevó en la cara
no son los restos de los dedos rotos
de mi madre.
Las estrías no son los restos de sexo
con otra mujer, con otros hombres.
Las estrías no son los restos de un aborto
que todos piensan que no supero,
que yo he pensado
que no supero.
Las estrías no son los restos 
de los poemas que no escribí
de los libros que no leo.

Las estrías son sólo de mi cuerpo
y están hechas de mi carne
del paso de mi tiempo
de mis treinta años
de mis treinta vidas
para no enseñarle a nadie
para no explicarle 
a nadie
de dónde vengo
desde dónde voy
hasta dónde llego.