me convierto / en la mujer gorda / de piernas inmensas
que ni su madre diría, desnuda, que es bonita.
Al mirarla
pasa a ser una mujer que no lee
una mujer que no escribe
una mujer que no hace
una mujer que no dice
una mujer que no vale.
Entonces me distancio,
desaparezco, y ni él puede verme,
y me digo
que yo ya era así a los 20 años
y a los 15
y a los 12
y ahora
que ya no puedo cambiarque voy a ser siempre la mujer gorda
depiernasinmensas
que no importa que me vea, a veces, con sus ojos
o que me vea él
que mi madre piense que soy bonita
o que lo piensen todos.
Pero salgo, afuera la luz cambia,
me acerco,
y no me miro tanto ni me digo tanto,
y voy apareciendo
poco a poco.
no mirarse o la estrategia
ResponderEliminar.
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.
Perpetuum mobile.
ResponderEliminarMe ha gustado el juego de los grises, muy plástico y bien cogido. Gracias
ResponderEliminarLos probadores son una trampa horrible.
ResponderEliminarme veo en ese espejo y algún día llegarán "mis ojos".
ResponderEliminarachuchón de brazos inmensos.
Tus versos siempre iluminan
ResponderEliminarrincones muy oscuros.
Agrazodeoso
somos lo que queremos ser
ResponderEliminar¡Cuánto bonito en esas piernas! Míralas bien, por favor.
ResponderEliminarBesos siempre
qué bueno y qué bien leerte!!!
ResponderEliminarY yo me pregunto... por qué nos sucede eso?
ResponderEliminarUn abrazo,
H.