Para I. desde el vacío
Dormir es raro. Difícil.
Hacerlo de un tirón, sin
sobresaltos pesadillas espejos
ni manos que consuelen
bajando por la nuca:
-shhh, ya, duerme, sólo es
el viento. No una pesadilla-
No escucho ningún viento.
Y a veces me relaja, si es suave, rítmico,
como lluvia lenta...
Y a veces
basta
con saber
que alguien también
se levanta
aunque sea
en otro mundo.
Pero sólo a veces.
ResponderEliminarDormir cada día es más más más difícil.
ResponderEliminarUn beso o 2 #
yo me levanto la mayoría de las veces así también...
ResponderEliminary a veces basta con leerte, Helena.
ResponderEliminara veces basta con estar simplemente.
ResponderEliminara mí me basta también con leerte, como dice la chica guapa de arriba ;)
Cada vez que me voy de acá, me voy estremecido, como si me doliera irme. Es algo extraño. No trata de cholulismo o lisonja barata, trata del Aplastador. Trata de esta forma de leer en voz alta y sentir que es el viento el que pasa, y arrastra lo que encuentra. Es raro.
ResponderEliminarDebí agregar algo: dormir es difícil. Me siento como el personaje del El huevo de la serpiente, que no duerme si no es tomado. En mi caso, también están las efectivas pastillas. Un abrazo.
ResponderEliminarMe gusta mucho este, Helena. Tengo pendiente ponerme al día con tus cosas. Esta poesía tiene un gran temple, algo que me parece esencial.
ResponderEliminarMe gusta bastante ... soy una insomne patológica y literaria.
ResponderEliminarUn saludo
qué preciosidad!
ResponderEliminaroh es verdad!!!!
EliminarBeen here, read that.
ResponderEliminarEl ultimo beso es inquietante. Quizá no dormiría con esa idea. ...otro mundo, el otro mundo...
ResponderEliminarA porpósito, http://golfo.blogspot.com/2011/03/mi-dormir-es-algo-inquieto.html