Me gustaría abrazar
y tener el don de quitar las penas
a quienes quiero,
a las mujeres
a las madres
a las hermanas.
Me gustaría
tener los ritmos del movimiento
del amor,
de los planetas planos, redondos,
de los paradigmas.
Que te sentaras conmigo con una copa
de ron
o de vino
y la pena se fuera
y te entraran las fuerzas del mundo
para olvidarlo,
para seguir sin retroceso.
Me gustaría tener el don de enseñar
los caminos
sin retroceso.
Ha vuelto. Menos mal que su ausencia en la blogosfera ha durado poco :)
ResponderEliminarYa tienes esos dones a través de tus letras. Gracias por escribir.
ResponderEliminarPretencioso y bello a la vez.
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