El hombre de agua
tiene una cicatriz en la pierna
porque de niño
atravesó una puerta
cubriéndose para siempre
de cristales rotos.
Él
extiende las palmas de sus manos
dándote todo lo que es
y de las tuyas se escapa
porque es luz
y líquido.
Porque es voz.
Y hay que ser todo oídos
todo ojos
todo tripas
y tener dos corazones
para verle por dentro
para tocarle
si quiera
un centímetro de piel
y saber
que si se rompe
lo que te queda entre los dedos
es
un
regalo
y entonces
ya no hay
más opción
que amarle por completo.
benditos hombres de agua que apagan esta sed, o al menos la calman por un rato.
ResponderEliminar...marvilloso...
ResponderEliminarQuién no podrá amar al Hombre agua? Aunque quién sabe, hay demasiado odiador suelto y dando vueltas...
ResponderEliminarMe gusta mucho de una forma extraña.
ResponderEliminarlo que te queda entre los dedos
ResponderEliminares
un
regalo
y entonces
ya no hay
más opción
que amarle por completo.
Imposible no amarlo ~
Un beso o 2 #
creo que ya habia leido esto en tu otro blog y ahora está como que más lindo =) lo hermoso de la poesía es que la leeremos muchas veces pero siempre nos moveran los sentimientos de distintas maneras =) Muchos Besooos!!
ResponderEliminarwww.matandolasnormas.blogspot.com
Pone los pelos de punta.
ResponderEliminarPrecioso, Helena.
Un besito
Lo de la mudanza forma parte del proceso de limpieza? (lo digo por cambiar la dirección en el blogroll...)
ResponderEliminarEscribe. Hace mucho que no escribes. Déjate leer.
ResponderEliminarUna vez me dijeron algo así, pero temo que entonces no sonó tan emotivo.
ResponderEliminarUn poema bello y delicado
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